Por una ventanilla.
Siempre al andar, volteo a míalrededor, viendo esto y aquello, lo feo y lo bello que a mi paso me encuentro,desde ese charco, aquel árbol torcido, hasta esa pared, llena de graffiti, genteque va y viene y ¿que pensara?, algunos tristes con vista perdida, otrosvivarachos solo con su rápido caminar.
A esa mujer con sus hijos en loscruceros, pidiendo dinero, tratando de hacer malabares para entretener a losconductores despistados, que esperan el verde del semáforo para continuar, lasmultitud en las esquinas que sirven como paradas de aquellos camiones de ruta,que los llevan a un lado y a otro incluso cruzando la ciudad, unos al trabajose dirigen, otros solo a pasear, unos mas apresurados que otros, pero siempresin parar.
El reloj caminando siempre, nunca se detendrá,muchos lugares, muchas casas, negocios y plazas, largas avenidas, angostascalles, muchos trabajos, muchos mal pagados, unos apenas comen y otros tienende mas, contrastes y colores, sonidos y culturas, siempre observo, siempre ando,soy uno de esos perdidos, que por el mismo camino va…
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