Moribundo
Inerte, estar
sujeto a un presente, intentando ver un futuro que solo paso por mi frente, sin
ni siquiera detenerse, y ahora ya con los años encima, y dominado por un lejano
pasado, sin ni siquiera saber si estoy vivo, muerto, o herido gravemente,
despierto por el fuerte dolor, de saber cuánto tiempo, me queda de vida,
enraizado ya aun diagnóstico, tortuoso teniendo la seguridad de que pronto
dejare de estar vivo, en conflicto a diario vivo, temeroso de vivir al 100% mi
vida sin importar riesgos, o temeroso de vivirlo tan intenso, recortando el
poco tiempo al sufrir un accidente mortal en lugar de disfrutarlo,
tranquilamente, y dejar que el tiempo pase, esperando el triste momento.
Segundo a
segundo, siento más pesado el andar al ver que no he hecho nada más que solo
quejarme, de la vida de los demás hipócritamente y enojado conmigo mismo, al
verlos tan felices, tan llenos de vida, aun con esperanzas, viviendo su vida y
compartiéndola conmigo, haciéndome participe de esa felicidad ajena, y yo sin
poder decir ni una palabra, por miedo, a causar lastima, y solo les retribuyo
esa alegría, con una sonrisa, que me carcome por dentro, deseándoles larga vida
y felices momentos. Echo la culpa a una fuerza divina que no existe, me echo la
culpa a mí mismo, creyendo que realmente la tengo. Grito en silencio, en mi
cuarto de tristeza, lloro debajo de la regadera, para no notar las lágrimas que
desde muy adentro salen a borbotones, tratando de aliviar mi pena.
Necesito, un
momento a solas, solo y para tener una idea clara, tratando de asimilarlo,
imaginando un futuro retorcido, de una realidad alterna y solo creada en mi
imaginación, y sujeto del pasado real y donde fui muy feliz… Pero hoy solo las
pastillas y medicamentos me acompañan, siguiendo un orden y sin poder separarme
de ellos, quisiera estar sano, quisiera ser nuevamente joven, aprovechar a mis
amigos nuevamente, como cuando compartíamos maravillosos momentos, estúpido fui,
al enojarme tontamente y sin razón alguna, dejándonos de hablar, días y semanas
enteras, sin tan solo pudiera retroceder el tiempo, evitaría esos tontos
momentos para demostrarles el gran cariño y cuanto les quiero, hoy ya estamos
viejos y separados por objetivos distintos, unos con familias, e historias
complejas, que solo comparten conmigo en redes sociales, mientras yo, sin
poderles decir que casi muero.
Un like es
suficiente para decirles que estoy con ellos y aunque físicamente no me
encuentro, a su lado siempre estaré con este gran secreto mientras no llegue el
momento de ya jamás volver a saber de ellos.
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