Un día hacia la Felicidad


Desperté un buen día; muy reflexivo, miraba el techo, volteé hacia la ventana, vi la cortina abierta y como se movía con el viento que entraba, el cuarto muy iluminado con el sol que se colaba de afuera.

Pintaba para ser un hermoso día… De pronto recordé; que yo algo tenia, que antes de dormir la noche anterior estuve llorando, sufría por un amor, que decidió terminar conmigo.

Lo mas curioso es que esta mañana ya desperté tranquilo y aunque recordaba vagamente lo sucedido, decidí ya no sufrir mas y solo recordarte, como lo que eras; mi gran amor… Mi sonrisa pronto surgió; al venirse los bellos recuerdos, no lo pude evitar y mi rostro mostraba felicidad, tranquilidad y gratitud, por haberme permitido formar parte de tu vida un tiempo. Me hubiera gustado conservarte mucho mas tiempo, compartir mas experiencias contigo, pero la decisión ya esta tomada y hoy ya no quiero sufrir, aunque me preocupa lo que desde este momento te pase, pero también soy consiente que eso ya no me corresponde y yo también tengo derecho a seguir con mi vida, y si, te llevare en mi mente y aun lado de mi corazón, pues formas parte de mi, aunque esta vez, será, solo como un recuerdo.

Entre tanto recuerdo no pude evitar un gran suspiro, decidí levantarme, y ver como estaba la mañana, me estire como siempre, lo mas que pude. Descanse y relaje mi cuerpo, a lo lejos entre las ramas se escuchaba el cantar de un avecilla, que con su canto alegraba la hermosa mañana. 

Se me ocurrió caminar, me puse lo primero que encontré, para ver a que se debía, que estuviera tan hermoso el día. Salí por la puerta de atrás, la que da a los establos… el sol en mi cara, aunque era temprano ya empezaba a calentar. De pronto una imagen de aquella vez que fuimos a la playa se me vino a la mente. Recuerdo que aunque ya andábamos, empezábamos la relación, tratamos de andar a escondidas, fue un viaje de trabajo, sin más lo recuerdo, era emocionante, tratar de rozar tus manos, sin que nadie se diera cuenta y aunque yo me moría porque nos tocara la misma habitación, nos toco separados. 

Esperábamos fuera ya muy noche, cuando los demás dormían para tomar un poco de aire fresco y fumar un cigarro, ese era el pretexto para salir de los cuartos y poder vernos, salíamos a caminar, y platicar, entre paso y paso nuestras manos se rozaban una con otra. Mientras mirábamos, la luna sobre la playa, iluminando cada ola que iba y venia, al mismo compás. El estruendo era como un susurro en los oídos, como una melodía, incitándonos a continuar.

De pronto una nueva ocurrencia se vino a tu mente, recuerdo que jalaste mi mano, y empezaste a corrertratando que yo hiciera lo mismo, sonreí y acepté. Salimos del malecón para adentrarnos a la playa, recuerdo que mis pies se adentraban en la arena, corrimos hacia el agua… 

Yo casi al llegar intentaba detenerme… tu reías al ver mi cara de preocupación. E insististe en meternos al agua, no pude zafarme, mi pantalón empapado hasta las rodillas, temblando de miedo, y preocupado se mojara mi cartera y el celular. No te importo y cuando viste mi preocupación de más… abriste tus brazos, te acercaste y me diste un fuerte abrazo. Diciéndome que todo iba a estar bien. Sin más por mi parte, solo correspondí tu abrazo quedando más tranquilo.

Vi a lo lejos, como un potrillo regocijaba de alegría al estar con su madre, corría de un lado al otro, sus patas temblando pues empezaba a trotar. Al otro extremo y muy al fondo, el campo arado, el tono de tierra se partía en tres, uno mas claro que el otro, los árboles repletos de pájaros, cantando formaba todo un concierto. Y aunque el sol calentaba aun hacia aire fresco, que se abría al ir avanzando.

De pronto un ladrido; de “chiquita”, mi perrita, interrumpió siguiera admirando la linda mañana. Al agacharme para responder el afecto, vi. Que de su pata trasera izquierda cojeaba, la revise y note que traía una herida hecha por una espina, que al parecer por andar de vaga por el campo, pisó un arbusto y la espina se le enterró, pero al parecer la espina no se quedó dentro de su pata. Y solo le quedo la herida. Pero eso a ella no le importaba pues estaba feliz de verme. Y yo a ella. Tome un palo que estaba cerca y lo arrojé lo mas lejos que pude, para que chiquita fuera tras el, corrió para ver si lo alcanzaba. A mi mente se me vino, la imagen de el perro que tu tenias y que era tremendo diablillo, estaba en la edad, del jugueteo… Ese día en el que lo recibiste como regalo, tu rostro y tus ojos se iluminaron; pues ya tenias quien te hiciera compañía, inmediatamente hiciste planes, de comprar su cama, su bebedero y hasta los juguetes; que siendo sincero, no le duraron mucho, pues la cama la desgarro con los dientes y los juguetes todos babeados y mordisqueados, al final ya ni caso les hacia, se enfocaba mas, en buscar zapatos debajo de la cama, sacarlos, morderlos y para luego dejarlos todos babeados, ese era su hobbie. Recuerdo que te sacaba canas verdes, y 3 pares de zapatos te hecho a perder haciendo acreedor a un buen castigo, que era dormir en la azotea, fue una noche larga, pues no dejo dormir, lloraba y con su garritas intentaba abrir la puerta, recuerdo que me levante, todo somnoliento, recuerdo que su plato de comida estaba vacío, y creí que ese era el problema, como pude fui a buscar las croquetas y le di…. Se las devoro como si estuviera hambreado, y el problema fue después a la mañana siguiente, cuando te diste cuenta que le había dado de comer. Pero bueno; hoy con esta mañana tan hermosa no quiero recordar momentos desagradables. Mejor voy a dar un vistazo rápido al rancho antes de almorzar. 

Ahora que recuerdo; no se si realmente era feliz, o si realmente eras lo que yo merecía, casi no te veía, y cuando lo hacíamos no querías estar conmigo. Era muy difícil poder entenderte, sin embargo trataba de asumir que necesitabas tu espacio y tus tiempos, y me aguantaba, porque al final te amaba y yo haría lo que tú me pidieras, con tal de que tú fueras feliz o estuvieras conmigo sin ninguna preocupación. Pues no me daba cuenta que aquí la balanza se cargaba a un lado pues yo era el que mas aportaba a la relación. No es reproche, es solo que creo yo aporte de más.

Solo por eso estoy tranquilo, porque la decisión que tomaste, no fue por que yo fallara, si no por tu inmadurez, de no saber que realmente querías, cuando llevábamos 2 años de relación, y entra en ti la confusión, traté de ayudarte, y me hiciste aun lado, como si yo fuera el del problema. Me sentí rechazado y te perdono por eso, y te pido mil disculpas por no poder estar a tu lado en esos momentos difíciles, pero tu me lo impedías, poniéndome miles de pretextos, supuse que algo mas pasaba por tu cabeza, que te hacia dudar de mi, de mi amor de las ganas que yo le ponía, tal vez mi cuerpo te cansó, mi forma de ser, mi entrega hacia ti. Pero trataba de hacerte feliz; eso te lo aseguro, no fue con ninguna mala intención.

Pero si ya estoy mas tranquilo. Con la confianza de que yo hice todo lo posible, te apoye, te entregué todo lo que podía darte.

Hoy solo me queda preocuparme por mi, lo que me pase a mi, buscar mi felicidad, mis intereses, seguir con mi vida, sin cambiar absolutamente nada, solo siendo yo, el mismo que conociste, del que te enamoraste un día.



Mientras tanto seguiré disfrutando de este bello día, de esos bellos momentos, que llevare como recuerdo y seguiré con mis estudios, mi trabajo, mi casa y mi familia, y lo que pase de aquí en delante, será solo mi responsabilidad, y lo que te pase, de aquí en delante, no me interesa, solo me queda desearte lo mejor y que realmente encuentres lo que mereces. Y cuando te des cuenta de que te equivocaste al dejarme, regresa, si aun la chispa del amor, se mantiene viva, serás bienvenido, si no; no te preocupes en mi puedes tener a un mejor amigo.

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