Tu mi dolor

Tu mi dolor

Ahora que me invade la intranquilidad y la desesperanza, y retorna esa fantasía de hacerte, tú en mí, dueño y señor, creador de este y aquel mundo que a ambos perteneció.

Recordando ese daño que lograste en mí… Al marcharte tú, junto con  mis sueños y futuros huecos, llenos de rizas y añoranzas, dejando mi cuerpo y mi alma heridos y marcados, sin cura alguna. Postrado yo en el suelo sin fuerza alguna, suplicando e implorando tu regreso, con el puño alzado, intentando alcanzar esos recuerdos que poco a poco de desvanecen en esta cruel realidad que hoy es Verdugo de todo este dolor que hoy siento.

Noche a noche es larga mi agonía, mis ojos ya secos por el triste recuerdo, que me arrebataste al alejarte de mí y lamentando el no haberte aprovechado e intentando traerte nuevamente con el calor de mi cuerpo. Engañándome, aferrándome a la idea de que volverás, sobreviviendo a esta soledad, y al frio de mi cama, creyendo que aun eres mío.



Te he perdido, y locamente yo me pierdo en la desesperanza y en la loca idea de aun sentirte; al oír tu respiro a diario por las noches, sollozando mi nombre a mi oído, y recorrer mi piel ese escalofrío que quedo grabado en cada poro, en cada espacio de mi piel.

Comentarios